Sobre la herida

«Una novela nunca da la sensación de poder levantar el mundo. La poesía sí. Como esta de Ruiz Amezcua.»
José Saramago, Premio Nobel de Literatura

«Sus versos son tan bellos como memorables.»
Camilo José Cela, Premio Nobel de Literatura

«Un grande poeta, que tiene mi admiración.»
Antonio Lobo Antunes, Premio Camoens de la Lengua Portuguesa

«A la manera de La voz a ti debida de Salinas, los Sonetos del amor oscuro de Lorca o Poemas de amor de Idea Vilariño, Atravesando el fuego es una secuencia completa, cerrada sobre sí misma, como el amor de los amantes que aspiran a cancelar el mundo y vivir en la pasión. Aprecio en estos poemas una unidad casi narrativa, ese efecto de Suite que buscó García Lorca, un crescendo musical que desde el arranque llega a la cima y de la cima a la disolución, y que es el arco de la experiencia amorosa consumada hasta el fin.»
Antonio Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras. De la Real Academia Española de la Lengua

"Sobre la Herida" es una ambiciosa recopilación poética de Manuel Ruiz Amezcua que abarca cincuenta años de producción poética desde 1974 hasta 2024 con el amor -en sus diversas formas- como eje y principio temático. Esta obra está caracterizada por su intensidad emotiva, explorando los temas del afecto, la pérdida, el desengaño y la reflexión existencial a través de un lenguaje rico y evocador. A lo largo de los poemas, Amezcua emplea una variedad de imágenes y metáforas para indagar en la condición humana, la naturaleza efímera de la vida y las diferentes formas de relacionarnos con aquello que nos provoca deseo, cariño, compasión, ternura o gusto. La estructura del libro revela una evolución temática y estilística que refleja el crecimiento personal y literario del autor a lo largo de las décadas, ofreciendo un testimonio poético de su complejo viaje emocional y filosófico.
Cada poema en "Sobre la Herida" expresa momentos de introspección, dolor, y eventualmente, de entendimiento y aceptación. Amezcua navega por los mares de la existencia humana, deteniéndose a contemplar tanto las tormentas como las calmas, utilizando la herida no solo como una metáfora del sufrimiento sino también como un espacio para el crecimiento y la transformación personal. La herida, en su obra, se convierte en un símbolo de la vulnerabilidad humana, así como de la capacidad de sobreponerse y encontrar belleza y significado en medio de la frustración y el vacío.