El estrés en las organizaciones está alcanzando niveles alarmantes y el síndrome del trabajador quemado se presenta, según las últimas cifras, como una realidad que afecta prácticamente a la mitad de los trabajadores.
La Organización Mundial de la Salud define el burnout como resultado de un estrés crónico en el entorno laboral que no ha sido gestionado con éxito. Se caracteriza por tres dimensiones principales: un agotamiento extremo que va más allá del plano físico, un sentimiento de despersonalización, negatividad y distanciamiento de personas o actividades que antes podían ser placenteras y una sensación de ineficacia y falta de realización personal que puede acabar afectando a la autoestima y la identidad.
Estas tres dimensiones suelen estar interrelacionadas y tienen un impacto significativo en nuestro desarrollo profesional y en último término, en nuestra salud física y mental. Por lo tanto, es esencial reconocer sus síntomas y buscar herramientas que nos permiten abordar el problema desde los primeros indicios.
A continuación, encontrarás una recopilación de 10 consejos prácticos que te ayudarán a nivel personal a combatir el burnout:
1. Establece buenos hábitos de alimentación y una rutina de actividad física. Nutre tu cuerpo apropiadamente y muévete para ayudarle a combatir el estrés.
2. Haz pausas regulares y no te saltes tus períodos de descanso, es prioritario recargar nuestras baterías de forma periódica para no agotarnos.
3. Párate y respira. Te ayudará a oxigenar tu cuerpo pero también a conseguir un cierto nivel de relajación.
4. No olvides en tu planificación los planes de ocio. Si además incluyen amigos y naturaleza, aún mejor.
5. Profundiza en tu autoconocimiento. Analiza las posibles causas de tu estrés, creencias que puedan estar dirigiendo tu desempeño y establece metas o propósitos que den luz a tu camino.
6. Practica mindfulness y meditación, será un magnífico entrenamiento para tu mente y te ayudará a reducir el ruido mental.
7. Desarrolla tu inteligencia emocional. Aprende a identificar tus emociones, vienen a decirte algo y es necesario reconocerlas para después gestionarlas.
8. Aprende a decir “no" y a establecer límites saludables que puedas mantener en el tiempo.
9. Organiza tus jornadas sin llenarlas en exceso. No te olvides de reservar espacios para el ocio, el descanso o el autocuidado.
10. Busca apoyo y comunica cómo te sientes. Y por supuesto, si crees que lo necesitas, solicita ayuda profesional que te ayude en el proceso de recuperación.
Recuerda que el burnout tiene muchas aristas y se desarrolla de forma diferente en cada persona. De esta forma, tendrás que analizar tus circunstancias particulares para desde ahí crear tu propia fórmula de extinción.
Por último, no podemos olvidar que el síndrome del trabajador quemado no es un problema únicamente individual, por lo que, si queremos conseguir entornos laborales eficientes y saludables, tenemos que plantear estrategias globales que trabajen desde la prevención hasta el tratamiento de los posibles afectados.
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Henar Vega
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