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Inteligencia artificial vs. inteligencia humana El futuro del trabajo humano
Por Raquel Roca, autora de El poder del carisma
23/01/2025

No hay que temer respecto a la inteligencia artificial pero sí entenderla. Por eso merece la pena conocer dónde se encuentran las fortalezas y las principales diferencias para poder situar en el marco actual y futuro el trabajo humano.

La inteligencia artificial y la inteligencia humana representan dos formas distintas de procesamiento, cada una con sus limitaciones y fortalezas ¿Lo más básico? La IH es el resultado de millones de años de evolución biológica y la IA, el producto de la investigación y el desarrollo tecnológico... de esos millones de años de evolución.

CARACTERÍSTICAS RELEVANTES, VENTAJAS Y DESAFÍOS

Características relevantes de la inteligencia humana:

- Creatividad. Capacidad para generar ideas nuevas y originales.
- Emociones. Influencia de sentimientos y estados de ánimo en la toma de decisiones.
- Aprendizaje adaptativo. Habilidad para aprender de la experiencia y adaptarse a situaciones cambiantes.
- Conciencia. Autoconocimiento y comprensión del entorno.

Características relevantes de la inteligencia artificial:

- Velocidad de procesamiento. Capacidad para analizar grandes volúmenes de datos rápidamente.
- Precisión. Reducción de errores en tareas repetitivas y cálculos complejos.
- Disponibilidad. Operación continua sin necesidad de descanso o recuperación.
- Escalabilidad. Facilidad para aumentar la capacidad de procesamiento y almacenamiento.

Ventajas de la inteligencia humana:

- Flexibilidad cognitiva. Capacidad para enfrentarse a problemas no estructurados y aplicar el pensamiento lateral.
- Interacción social. Habilidad para comunicarse, colaborar y negociar con otros seres humanos.
- Ética y moral. Consideración de valores y principios morales en las acciones y decisiones.

Ventajas de la inteligencia artificial:

- Automatización. Ejecución eficiente de tareas programadas sin intervención humana.
- Análisis de datos. Identificación de patrones y tendencias en conjuntos de datos complejos.
- Personalización. Adaptación de servicios y productos a las preferencias individuales.

Desafíos de la inteligencia artificial:

- Generalización. Dificultad para transferir conocimientos adquiridos en un contexto a otro diferente.
- Comprensión contextual. Limitaciones en la interpretación de matices y contextos sociales.
- Autonomía. Dependencia de la programación y los algoritmos definidos por humanos.

DIFERENCIAS CLAVE ENTRE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y LA INTELIGENCIA HUMANA

Las diferencias entre la inteligencia artificial y la IH resaltan no solo las limitaciones actuales de la tecnología, sino también el valor único y la complejidad de la IH. Lo más importante:

- Procesamiento de información y razonamiento. La inteligencia artificial se basa en algoritmos y modelos matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y encontrar patrones o realizar predicciones. Por otro lado, la IH se fundamenta en la capacidad de razonamiento, percepción y aprendizaje a través de la experiencia. Mientras que la inteligencia artificial puede procesar datos a una velocidad mucho mayor que los humanos, la IH es capaz de comprender el contexto, la ambigüedad y la sutileza de la información de una manera que la inteligencia artificial todavía no puede igualar. La IH es capaz de razonar de manera flexible, teniendo en cuenta múltiples factores, como el contexto económico, social, emocional y ético. La capacidad humana para razonar y tomar decisiones basadas en intuición y empatía está fuera del alcance de la inteligencia artificial.

- Comprensión y creatividad. Estas capacidades reflejan la profundidad y maravilla de la IH; lo que se espera es que la inteligencia artificial complemente y enriquezca la IH en vez de suplantarla. Si bien la inteligencia artificial ha demostrado ser capaz de generar arte abstracto, música y escritura de manera relativamente convincente —y aterradora para quienes olvidan que siempre hay un humano detrás—, carece de la capacidad de crear obras originales e innovadoras. Copia y pega bien, de manera original, pero no crea. La creatividad humana se fundamenta en la capacidad de conectar ideas de manera novedosa, experimentar con nuevas formas de expresión, conservar en la cabeza información random e incluso disparatada a la que encontramos utilidad y comprender las emociones y experiencias humanas en un nivel profundo. Lo que llamamos creatividad combinatoria. La inteligencia artificial puede imitar el estilo de obras creativas, pero no igualar la originalidad ¡y la autenticidad! de la creatividad humana.

- Flexibilidad cognitiva. Mientras que la inteligencia artificial puede superar a los humanos en ciertas tareas, carece de nuestra flexibilidad cognitiva, lo que es necesario para la resolución de problemas, el aprendizaje y la creatividad. Una inteligencia artificial programada específicamente para una tarea hace imposible su adaptación a contextos nuevos. A esto debemos sumarle una habilidad clave en el futuro: la concentración. Es decir, la capacidad de poder poner el foco, la concentración, en algo nos hace más inmunes a las turbulencias emocionales de las crisis y los cambios radicales del exterior. Meditar, por ejemplo, nos ayuda no solo a mantener la calma y el control, sino que también nos prepara para la llegada de la inspiración.

- Toma de decisiones. La inteligencia artificial puede analizar grandes cantidades de datos y realizar predicciones con precisión, pero carece de la capacidad de comprender el efecto emocional, ético y social de sus decisiones. Y es que la toma de decisiones humanas está basada en una comprensión profunda de las complejidades del mundo real, como las relaciones interpersonales, las cuestiones éticas o la influencia a largo plazo. Dejar que un algoritmo tome decisiones tiene un alto riesgo. No delegues tu olfato ni tu instinto a la máquina porque no los tienen.

- Conciencia y autoconciencia. Los seres humanos somos conscientes de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, mientras que la inteligencia artificial carece de esta cualidad. No tiene intención de robar el mando de la nave ni someter al planeta Tierra a la supremacía tecnológica. Otra cosa es que las personas que la usen no sean buenas personas y en vez de Black J.A.G.U.A.R. tengan solo black el alma.

INTERACCIÓN ENTRE INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y HUMANOS

La colaboración entre la inteligencia artificial y la IH potencia las capacidades de ambas. La inteligencia artificial puede asumir tareas rutinarias y analíticas, liberando a los humanos para enfocarse en actividades creativas y estratégicas. Además, la IH puede guiar y mejorar el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial más avanzados y éticos.

La IH aporta creatividad, adaptabilidad, juicio ético y comprensión contextual a la vanguardia del desarrollo de la inteligencia artificial, asegurando así que su integración en nuestros trabajos y en la sociedad amplíe nuestras capacidades sin comprometer nuestros valores. Es nuestra capacidad para enseñar, aprender y adaptarnos lo que impulsa el progreso de la inteligencia artificial. La responsabilidad de tomar decisiones informadas sobre cómo y cuándo implementar la inteligencia artificial es exclusivamente humana, y un deber de todos garantizar que la tecnología se use de forma adecuada, promoviendo el bien común.

Las tecnologías no son competidoras, sino complementarias. El presente y el futuro nos regalan una simbiosis en la que la inteligencia artificial amplifica las capacidades humanas y la lH dirige el progreso de la inteligencia artificial.

Las estimaciones sobre cuándo podría surgir una inteligencia artificial verdaderamente ágil y adaptable oscilan entre diez años y nunca. Al menos en el futuro previsible, los sistemas de inteligencia artificial solo podrán encargarse de tareas específicas y no de trabajos completos.

No olvidemos que la importancia de las habilidades blandas en la era digital responde a una lógica innegable. Activar nuestro carisma, mejorando y potenciando nuestras competencias J.A.G.U.A.R. (Jovialidad, Asombro, Gentileza, Único, Atractivo, Respeto), nos ayuda, entre otras cosas, a fomentar la creatividad, la empatía, la comunicación efectiva, la inteligencia social, la capacidad de resolver problemas complejos y la toma de decisiones estratégicas en situaciones inciertas. Es cuidar las capacidades distintivas del ser humano: aquello que nos da ventaja. Ventaja frente a la máquina e, insisto, sobre aquellos otros humanos que optan por no magnificar su humanidad.

¿CUÁL ES EL FUTURO DEL TRABAJO HUMANO?

A diferencia de la Revolución Industrial, que reemplazó la fuerza física humana por máquinas, la era de la inteligencia artificial no busca suplantar al trabajador, sino transformarlo. La automatización nos libera de tareas tediosas y repetitivas, permitiéndonos dedicar mayor tiempo y energía a actividades más gratificantes, creativas e interpersonales. Gracias en parte a la más famosa de las inteligencias artificiales: la generativa. La verdad es que no es tanto que no queramos que nos quite el trabajo; lo que no queremos es que no nos quite el sueldo, ¿cierto?

Como es habitual, el capital tiene un papel crucial en el posicionamiento de estas tecnologías. Un factor clave en la rápida escalada de precios ha sido la situación de NVIDIA, la empresa líder en la fabricación de los chips más potentes para los centros de procesamiento de datos, donde se entrenan los algoritmos de inteligencia artificial. Mientras los inversores sigan haciendo fila para adquirir estos chips, el valor de las acciones continuará multiplicándose. Estamos presenciando tanto un furor mediático como de inversión. Con el tiempo, de la gran cantidad de opciones y el caos actual en la oferta, solo quedarán unas pocas empresas que se convertirán en los gigantes del futuro, como ocurrió con los actuales titanes de Internet.

Las nuevas tecnologías siempre llegan con gran impacto y generan mucho ruido, en parte porque están disponibles en el mercado. ¿Es necesario mantenerse actualizado? Sí. ¿Resulta esencial digitalizar la empresa? Absolutamente. En general, si damos un uso equilibrado a las nuevas tecnologías, mejoran nuestra calidad de vida; una vez que nos hemos aclimatado a ellas, pocas veces queremos regresar al estilo de vida anterior a ellas. Pero hay que implementar estas tecnologías con sentido común, orientando la digitalización con un propósito, entendiendo el porqué y el para qué de cada avance. Ya sea a través de modelos generativos, Internet de las cosas, machine learning u otras innovaciones por venir, debemos utilizar la tecnología para que nuestros negocios sean competitivos en términos de velocidad, creatividad, análisis de grandes volúmenes de datos y precisión, sin perder de vista lo que realmente añade valor a la empresa: tú.

Por eso el futuro del trabajo del ser humano es… ser más humano.

Pongamos un ejemplo que todos experimentamos: el de la atención al cliente. La inteligencia artificial puede encargarse de tareas como responder preguntas comunes o procesar pedido en el chat y que su prompteo sea cada vez mejor, pero como necesitemos ayuda en algo sutil o complicado… el bot colapsa. Ya sabemos que por ahora no da para más de una cosa a la vez. Por eso son, y serán, los agentes humanos quienes aporten el trato personalizado y la resolución de problemas. Y, si no te lo resuelven pero te tratan con consideración y empatía, ya es menos malo. En el área del diseño o la arquitectura, los algoritmos de inteligencia artificial pueden acelerar la creación de prototipos, pero los diseñadores humanos aportarán la creatividad, la innovación y la comprensión del usuario final.

La inteligencia artificial en el mundo de la abogacía sustituirá la elaboración de textos y normativas legales, así como la redacción de contratos, pero no te defenderá ante un tribunal.

La tecnología ha cambiado el contexto, cierto. Eso nos obliga a los humanos a mejorarnos a nosotros mismos. Ya no se trata de hacer una buena redacción, sino de escribir con significado.

Diría que la mayoría de los trabajos podemos desempeñarlos de tal manera que resulte muy fácil, o muy difícil, que puedan ser reemplazados. Las empresas a prueba de robot no existen, al igual que nuestros puestos de trabajo no deberían ser nuestro destino. Me explico: lo que hacemos tiene menos importancia que cómo lo hacemos. Los humanos somos muy buenos en trabajos en los que se necesitan combinaciones poco usuales de habilidades: como la combinación que desees darle a tu acrónimo J.A.G.U.A.R. o a las competencias digitales o knowmads (que son la mezcla de habilidades soft o cognitivas junto con destrezas más hard o tecnológicas).

Los avances tecnológicos impulsan la eficiencia y nos generan nuevas oportunidades, lo cual es fantástico y necesario (si no estás digitalizado, desapareces), pero al final todos operamos en un mercado humano. Por esto, las habilidades blandas y los poderes cognitivos aseguran que las organizaciones no pierdan de vista su propósito principal: servir a las personas.
- Sé sorprendente.
- Sé sociable.
- Sé excepcional.
- Tanto con el cliente interno como con el externo.

Que tus productos y servicios no sean una transacción rutinaria, sino una experiencia sorprendente, enfocada en lo social y en lo excepcional. Nos gusta sentirnos conectados entre nosotros e interactuar con lo que nos rodea. Somos por naturaleza seres sociales, y a la mayoría nos preocupan y ocupan:
- Nuestro estatus social.
- Lo que otras personas piensan de nosotros.

Muchas de las decisiones que tomamos están relacionadas con nuestra identidad, los valores y la necesidad de conexión con otros humanos.

¿Qué profesiones, por tanto, no desaparecerán? Aquellas que hagan que la gente se sienta:
- A salvo.
- Conectadas.
- Socialmente satisfechas.

Si una persona está dispuesta a pagar por sentir lo que despiertas en ella a través de tu trabajo, estás a salvo. Por ello, las empresas que tienen entre sus directivos más líderes carismáticos aumentan sus cuentas de resultados.

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SOBRE EL LIBRO EL PODER DEL CARISMA

¿Qué distingue a una persona en un mundo dominado por la tecnología y la inteligencia artificial? ¿Qué lo hace único y le da esa ventaja que lo hace destacar? La respuesta está en el carisma.
Con el innovador modelo Black J.A.G.U.A.R., recogido en El poder del carisma, aprenderás a ser sutil, intuitivo e inolvidable en cada interacción social, y cómo resultar confiable e insustituible en tu trabajo.

Raquel Roca


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