Por Miquel Rossy, autor de Profes que marcan (LID Editorial)

Acabo de publicar con LID Editorial, Profes que marcan. Cómo construir una reputación de docente que deja huella. Al explicar que lo que he buscado con él es ayudar a cada profesor a gestionar su propia marca personal, en más de una ocasión –especialmente cuando el interlocutor pertenece al ámbito digital– me han respondido algo como: “¡Ah! Qué bueno. Eso está muy bien. Profesores con marca… También los profesores pueden ser buenos youtubers, pueden tener un gran Instagram o Tiktok, o publicar un podcast…” En cambio, hace unos días me encontraba ofreciendo este nuevo libro como argumento para la formación que voy a dar en un colegio y la directora me respondió: “No, por favor. Ni hablar. No quiero que fomentes su vanidad. Lo que hace falta es que hagan equipo y apoyen al colegio”.

Las dos respuestas son más parecidas de lo que parece, ya que proceden de una misma reducción en la concepción de lo que es marca personal. Tener marca personal, no es solo tener marca en internet. Marca personal la tienen todos los docentes –aunque no la estén trabajando– desde el mismo momento que están dejando una huella en su alumnado. Y esto es así, tengan o no con una reputación más alla de las paredes de su aula. Ese influjo profundo es lo más esencial de su huella, de la marca que dejan, el reflejo en el alumnado de la propia identidad.

En Profes que marcan, hablo de Marina Costa, una profesora que justo ahora se acaba de jubilar y que no está presente en ninguna red social. A pesar de eso, Marina es una grandísima influencer, no por la cantidad de seguidores, sino por la intensidad y duración de su influencia. A lo largo de su vida ha influido en multitud de alumnos y en sus familias. Ha tenido más de 1200 conversaciones con padres y madres, que en muchos casos han significado decisiones transcendentales para su futuro: educación con estímulos positivos, corrección de hábitos inadecuados, detección de trastornos leves en el aprendizaje y, en algunos casos graves. También ha tenido unas 2400 conversaciones con alumnos, ha solucionado centenares de conflictos en el aula, ha incidido en las relaciones de socialización de multitud de grupos escolares, etc. Y finalmente, ha influido en tantos colegas educadores que han aprendido de ella. Tiene, pues, una innegable marca personal de muchísima reputación. 

Claro que en el libro dedico un espacio importante defender la presencia en internet. Creo que es un gran beneficio y propongo el ejemplo de muchos docentes que han sabido compartir contenidos de mucha calidad. Pero la impronta de la marca personal del profesorado va mucho más allá. Se construye sobre todo en su actuación fuera de estas redes. No existen posiblemente personas más influyentes. Con una audiencia pequeña, sí, pero de una radical influencia.

Por eso, es también un error pensar que se pueda construir la marca personal pensando solo en la propia imagen. Me gusta compararlo con un equipo de fútbol. No se ganan partidos solo. El prestigio de cualquier docente pasa por saber formar equipo con los demás y mostrarse coherente en colegio en el que enseña. Si su conducta o sus palabras les restan prestigio, no hay duda de que también se lo quitan a él. 

Es que un profesor, ni es el centro del universo, ni la gente está esperando que sea un increíble superhéroe de Marvel. Debe esforzarse en dar una buena imagen para mejorar personalmente. Pero lo que importa, sobre todo, no es esto. Tarde o temprano, la imagen se construirá sobre su realidad. Lo realmente importante es que se preocupe por la gente y les ayude.

CUATRO PILARES PARA CONSTRUIR UNA REPUTACIÓN DOCENTE SÓLIDA

Desarrollar la propia marca personal es un trabajo estratégico que puede cambiarte el futuro profesional de docente. Exige en primer lugar que te esfuerces por conocerte mejor a ti mismo, a ti misma, un gran paso de sabiduría socrática siempre difícil. Comporta definir el camino que te hará progresar hacia el propósito y las metas que habrás concretado y determinar de qué modo lo comunicarás. Es un esfuerzo que vale mucho la pena. Para ayudarte, he publicado con LID Editorial Profes que marcan. Cómo construir una reputación de docente que deja huella, una guía para que conviertas tu vocación en motor de cambio, inspires a las futuras generaciones e impulses cambios positivos a través de la educación.

Pero antes de que traces cualquier estrategia de marca, te sugiero que prestes atención a cuatro áreas que te permitirán destacar como un profesor o profesora con una reputación excepcional. Son cuatro puntos de apoyo que harán que arranques tu reflexión desde un plano superior. Mira si ya los cumples:

1. Sé un buen docente. Es una condición imprescindible. Antes de plantearte cualquier otra meta, si eres profesora de matemáticas, tienes que explicarlas muy bien. Si eres tutor, deberás saber orientar de manera adecuada a cada alumno y a cada familia. También tendrás que conseguir que en clase te escuchen y aprendan con interés. ¿No consigues que en el aula haya un clima de trabajo? Aprende ante todo a crearlo.

2. Mantente coherente con tu equipo y con tu centro. Tu prestigio pasará por respetar a los demás y al colegio o instituto en el que enseñas. Si tu conducta o tus palabras les restan prestigio, no dudes de que también te lo quitan a ti. Podría parecerte que un comentario jocoso a los alumnos sobre un tic de un compañero o una crítica velada a una decisión de la dirección ante una familia te acerca a ellos. En absoluto. Quita reputación al centro, pero también a ti. En este deporte, como en el fútbol, jugamos en equipo y ganamos o perdemos todos.

3. Escucha. Escucha. Escucha. ¿Te has fijado que a menudo se dice de determinadas personas que son grandes conversadores? En realidad, lo que esas personas son es grandes escuchadores. Saben hacer interesantes las conversaciones, porque se interesan por lo de los demás. Los compañeros y el alumnado no nos valorarán tanto por lo que les digamos, como por nuestra capacidad de demostrar que los escuchamos empáticamente y hacemos nuestro aquello que nos dicen.

4. Conviértete en un «solucionador de problemas». Este va a ser el camino más rápido para alcanzar reputación. Tu marca no está en ti, está en la aportación que hace a los demás y la vida escolar está llena de pequeños esfuerzos de servicio. Si rehúyes los problemas, ten por seguro que no podrás construir una buena marca personal. Cuando un profesor ha asumido que debe ir más allá de lo exigible para resolver las necesidades de los demás, realmente se convierte en un docente con reputación, muy querido por sus compañeros, su alumnado y las familias.

SOBRE EL LIBRO

A través de ejemplos reales del mundo escolar y una variedad de ejercicios prácticos, podrás definir una hoja de ruta clara para mejorar tu reputación personal. Además, aprenderás a gestionar tu marca personal de manera efectiva, lo que te permitirá destacar y marcar la diferencia en tu ámbito profesional. Con Profes que marcan, te convertirás en un profe que marca la diferencia, un profe con marca.