Por Javier Cantera, autor de La salud mental en la empresa
El comienzo del curso laboral tras el periodo vacacional supone un gran esfuerzo para todos. Además de poder buscar a nivel individual la manera de hacer más llevadera la vuelta, desde la empresa también se puede ayudar a evitar el síndrome postvacacional de los empleados a través de diferentes medidas:
1. Flexibilizar en tramos las vacaciones. El año puede tener un periodo de dos semanas seguidas como bloque central y la posibilidad de otros dos tramos en otros momentos.
2. Potenciar la desconexión digital total durante el periodo vacacional. La disponibilidad on-line genera sensación de no disfrute de vacaciones.
3. No tener reuniones importantes al menos durante los dos primeros días para generar un aterrizaje suave en la empresa.
4. Tener reuniones informales (emocionales) de bienvenida a la rutina empresarial.
5. Flexibilizar el horario de entrada y de salida del primer día.
6. Plantear los objetivos retadores a corto plazo y visualizar los pequeños éxitos cercanos.
7. Revivir la experiencia vacacional para convertirlo en un recuerdo y no estar repitiéndolo.
8. Visualizar próximos periodos de descanso y objetivos a conseguir antes de su disfrute.
9. Insistir en la necesidad de “dormir bien” y descansar esta primera semana, las horas de sueño en los primeros días serán básicas para la adaptación a la jornada laboral.
10. Contextualizar el concepto “disfrute” no solo de tus vacaciones sino del día a día trabajando. Disfrutar del trabajo es una forma de ser feliz.
SOBRE EL LIBRO
La salud mental en la empresa analiza las fuentes del estrés y malestar en las organizaciones y la enorme incidencia que tiene el mundo del trabajo en la salud mental de las personas. Además, aborda la creación de planes de bienestar para evitar ecosistemas tóxicos y cómo se debe fomentar y promover una cultura de bienestar en la empresa.
El autor propone un enfoque integral que no solo se centra en el bienestar laboral de los empleados, una condición necesaria pero no suficiente, sino también en el bienestar de propósito, que implica alinear el propósito de los empleados con el de la empresa. Solo así las personas se sentirán valoradas y apoyadas y se crearán equipos motivados y comprometidos. |
Javier Cantera Herrero
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