Para tener una visión general de la salud digital, hay que tener en cuenta algunas claves y su estado actual:

1. La salud digital es una realidad presente. Aunque la sanidad ha comenzado ya esa transformación, se ha caracterizado por la timidez y la cautela con escasos ejemplos de implantaciones a escala. Es el momento de avanzar de forma decidida y recuperar el tiempo perdido. El principio de prudencia no debería ser de aplicación, más allá de lo estrictamente necesario.

2. Los pacientes reclaman a la sanidad el nivel de digitalización que existe en otras áreas de su vida. Hay que perder el miedo a la brecha tecnológica de determinados grupos, y poner los medios para superarla, si la hubiere, combinando lo mejor de los servicios presenciales y digitales en una nueva sanidad más integral e integrada.

3. La tecnología ya está preparada y existen múltiples propuestas listas para aplicarse a la sanidad y constantemente siguen apareciendo innovaciones que tienen posibilidades de aplicación en la sanidad.

4. La clave de la transformación digital de la sanidad no es la aplicación de tecnologías, sino la transformación de los procesos y las organizaciones. Para esto se necesita tiempo, inversión, pero, lo más importante, se necesita liderazgo transformador en los responsables de las organizaciones sanitarias a la hora de proponer y promulgar cambios de calado en el trabajo diario.

5. La sanidad pública tiene mayores barreras a la hora de transformar los procesos y la organización del trabajo, por lo que se ha creado una brecha entre el grado de digitalización de los servicios sanitarios privados (más avanzados) y los públicos.

6. La videoconsulta ya es una realidad cercana por su amplio grado de implantación en las organizaciones sanitarias privadas y el esfuerzo que están haciendo los servicios de salud públicos para su despliegue. Los servicios de salud empiezan a generar experiencia de usuario y su uso se está normalizando.

7. Otras formas de telemedicina están complementando a la videoconsulta: chats, foros, contenidos educativos, cuestionarios, y un largo etcétera ut supra descrito.

8. La agregación por la analítica de datos y el big data de los datos de las HCE, genoma e información de los wearables es la oportunidad con mayor potencial de transformar la sanidad. Su combinación mejorará los procesos de diagnóstico y seguimiento y la acelerará la investigación científica.

9. La salud digital basada en valor potencia esta tendencia, dotando a la salud de las herramientas digitales y sus beneficios.

10. Alemania se ha puesto en la cabeza de Europa, gracias a la regulación de las terapias digitales. Esta tendencia ya ha replicado en otros países y se espera que sea una tendencia global que llegará, antes o después, a nuestro país.

11. Por primera vez en la historia de España la salud digital está con mayúsculas en la agenda política gracias a la Estrategia de salud digital del SNS. Ahora es necesario que las Administraciones públicas doten a dicha Estrategia de los recursos adecuados, la coordinación interterritorial necesaria y la ejecución de los proyectos certera.

12. La transformación digital de la sanidad necesita seguridad y privacidad para los datos de los pacientes. Existe regulación suficiente al respecto y tecnología para amparar dicha seguridad que protege a los pacientes del tráfico no deseable de sus datos.

13. El primer gran reto de la transformación digital es conseguir la interoperabilidad de los datos sanitarios; lograr que estos dejen de estar aislados para agrupar grandes cantidades de información sanitaria homogénea y con calidad. En cuanto alcancemos este punto, dispondremos de un activo que permitirá a la investigación científica dar saltos de gigante y aflorará la evidencia científica necesaria y optimizando la atención sanitaria.


En el libro La salud digital y las nuevas formas de atención médica, perteneciente a la colección Health Tech dirigida por Santiago de Torres, abordamos cómo las nuevas tecnologías e innovaciones están transformando el sector y examinamos las tendencias actuales y sus áreas de aplicación, incluyendo la atención basada en valor y las terapias digitales.

Además, exploramos sus beneficios, tanto para pacientes como para profesionales, y resaltamos la importancia de la competencia digital para los profesionales sanitarios.