A menudo imaginamos la jubilación como la etapa más monótona y aburrida de nuestras vidas. Pero, a pesar de no ser una tarea fácil y estar marcada por los múltiples cambios a los que toda persona se enfrenta, pone en marcha un proceso psicológico con su propios retos y oportunidades. De esta manera, la jubilación puede ser muy satisfactoria si se encuentran unas metas que le den nuevo sentido a la vida.

Bartolomé Freire, autor de La jubilación, una nueva oportunidad, estimula a los lectores que aún no están jubilados a reflexionar sobre la mejor manera de emplear la libertad que van a adquirir y a implicarse en futuros proyectos. El trabajo de este autor se basó en la investigación a partir de 150 entrevistas a personas jubiladas y estableció la categorización general de cinco tipos de jubilados.

Es incuestionable que cada persona jubilada ha de encontrar su propio destino, también lo que es informarse acerca de los retos que conlleva, y aprender de las experiencias de los más veteranos puede favorecer a la reflexión y servir de guía.


Las cinco estrategias de adaptación a la jubilación

En función de la estrategia adaptativa de cada persona a la hora de afrontar su jubilación, Bartolomé Freire ha demostrado que la gran mayoría tiene el propósito de alcanzar determinados objetivos durante su jubilación y para ello ponen en marcha planes con los que dar nuevos significados a sus vidas. Estas estrategias se repiten y casi todas las personas comparten los mismos propósitos en su adaptación a la jubilación, de esta manera, pudiendo agruparse todos estos sujetos de estudio en 5 categorías generales:

1. Atareados

Son aquellos que deciden continuar con su vida laboral, pero a través de otros medios o buscan una tarea que ocupe su lugar.

2. Disfrutadores

Son los que gozan flexiblemente de opciones variadas de actividad y ocio. Dejan lugar a la improvisación y rechazan planes u horarios fijos.

3. Sosegados

Este tipo de personas busca una vida tranquila y únicamente centrada en un entorno familiar. Por otra parte, no aspiran a nada nuevo o diferente de lo que tienen en ese momento.

4. Exploradores

Utilizan la jubilación como oportunidad para renovarse e ir más allá, a través de potenciar aspectos latentes o diferentes de sí mismo.

5. Desenfocados

Estos jubilados no llegan a crear o no mantienen un proyecto propio que dé sentido a su jubilación.