Por: Marc Amorós Autor de ¿Por qué las fake news nos joden la vida? (LID Editorial). 1. EL CORONAVIRUS MATA, SUS FAKE NEWS TAMBIÉN. Advertencia: las noticias falsas perjudican seriamente nuestra salud. E incluso nuestra vida. En agosto, un niño de cinco años murió en Argentina después de que sus padres le hicieran ingerir dióxido de cloro para ‘curar’ el coronavirus. ¿Y esta creencia en este supuesto remedio, de dónde surge? De los millones de fake news que circulan desde la irrupción de la pandemia. La infodemia del coronavirus, tal como ha bautizado la OMS a la invasión de fake news sobre la pandemia, impacta en una de cada tres personas y alrededor del mundo se ha cobrado ya más de un millar de muertes. 2. LAS FAKE NEWS SOBRE EL CORONAVIRUS NOS INVADEN. Los verificadores de datos de más de 70 países descubrieron más de 7100 noticias falsas solo en los dos primeros meses de la epidemia. En Facebook solo en marzo de este año se etiquetaron como falsas más de 40 millones de noticias y las páginas que emiten fake news en inglés han aumentado sus clics y likes en un 478%. En Twitter, en tan solo quince días, entre febrero y marzo de 2020, se llegaron a tuitear casi 20 millones de mensajes con información falsa acerca del coronavirus, se contabilizaron más de 1.5 millones de cuentas falsas destinadas a difundir noticias falsas sobre la epidemia y se detectaron 10 cuentas superpropagadoras de desinformación con más de 3 millones de seguidores . Ahora bien, ¿por qué nos invaden las fake news durante la pandemia? Por tres motivos: uno, su carácter de acontecimiento global capaz de monopolizar la conversación mediática, digital y social, asegura su viralización. Dos, su capacidad de crear novedades constantes a gran velocidad nos tiene sumidos en una gran incertidumbre informativa que las fake news buscan resolver con sus falsas explicaciones y promesas. Y tres, su universalidad nos hace vulnerables a todos y, por tanto, apela a nuestra salud y supervivencia y activa nuestro miedo e inseguridad, dos emociones sobre las que las noticias falsas edifican gran parte de sus mensajes. 3. LAS FAKE NEWS NO BUSCAN CURARNOS, BUSCAN POLARIZARNOS Las fake news sobre el coronavirus han encontrado un campo abonado para sembrar de explicaciones emocionales fáciles el relato de un problema cambiante y complejo y nos están encerrando en una guerra de relatos ideológicos que lejos de querer curarnos, solo persigue confrontarnos. A través de las noticias falsas, estamos asistiendo a batallas sobre la culpabilidad de la epidemia y también sobre sus posibles soluciones. Estados Unidos y China luchan por culparse de la pandemia a través de fake news sobre si el virus se ha originado de forma natural o artificial en laboratorios o sobre si está en China o en otra parte. Al respeto, uno de cada cuatro norteamericanos cree a pies juntillas que el virus fue creado en un laboratorio y casi la mitad de la población afirma no estar segura de ello. Y desde China se acusa al ejército estadounidense de llevar el virus a su país. Aparte de la lucha entre países, también hemos visto como relatos alimentados por fake news culpan del virus a la tecnología 5G o apuntan a maquiavélicas manos negras como Bill Gates o George Soros como creadores de la pandemia para lucrarse con su vacuna. Las fake news también libran enconadas batallas sobre los remedios más acertados. Para ello prometen curaciones milagrosas a base de hidroxicloroquina o soluciones minerales milagrosas y ponen en duda la eficacia de las vacunas tildándolas de remedios controlados para implantarnos un chip que nos espíe. Esta última batalla ha llevado a miles de personas a manifestarse en varias capitales mundiales para defender que el coronavirus no es más que una simple gripe y protestar contra lo que ellos consideran un «terrorismo de vacunación». Esta polarización no solo la estamos viendo a gran escala. También a nivel local asistimos a un uso de la desinformación para librar luchas políticas entre gobiernos y oposición. Por ejemplo, en Estados Unidos y en España, la gente cree que la mayor parte de las noticias falsas que reciben durante la epidemia provienen de sus políticos . Y a nivel individual, un 66% de los españoles ha llegado a discutir con sus familiares por culpa de una noticia falsa sobre la pandemia, el 75% lo ha hecho con sus amigos y un 29% con gente desconocida. 4. LAS FAKE NEWS DIFICULTAN LA DIFUSIÓN DE LA BUENA INFORMACIÓN. Uno de los grandes riesgos de las fake news es que su invasión dificulta la visibilidad de la buena información, tanto la oficial como la médica o periodística. Revistas científicas como JAMA vieron aumentar la recepción de artículos sobre el coronavirus en un 300% y durante los primeros meses de la pandemia, se llegaron a publicar una media de 367 artículos a la semana. ¿Fueron todos estos artículos debidamente comprobados? Evidentemente, no. En tan solo seis días fueron aceptados y publicados. Toda esa cantidad de nueva información constante publicada en supuestos medios prestigiados y confiables en lugar de informarnos, nos desinforma y contribuye a socavar nuestra confianza en la ciencia y a generar un estado de confusión, pánico, alarma social e incluso de desobediencia. Por eso debemos luchar para que las fake news no se cuelen en los escaparates de la buena información. 5. LAS FAKE NEWS PROMETEN LA VERDAD, PERO MENGUAN NUESTRA LIBERTAD. Sostiene Yuval Noah Harari que «la gran ventaja de los humanos sobre los virus es la capacidad de intercambiar información, ya que, mientras los patógenos se basan en mutaciones ciegas, los médicos lo hacen en el análisis científico de la información». Pero ¿qué ocurre cuando nuestra ventaja la dilapidamos fabricando un mar de noticias y datos que no sabemos si son ciertos o falsos? El filósofo Javier Echevarría afirma que el riesgo de las fake news en esta infodemia «tiene que ver con nuestra gestión de la información en un momento de crisis, puesto que un mal uso puede elevar el grado de alarma, temor y angustia de la sociedad hasta alcanzar un nivel de contaminación mental que mengüe la libertad de las personas». Decía Jesús que la verdad nos hará libres, pero la verdad de las noticias falsas más que libres nos hará esclavos de sus mentiras. Vivimos en una nueva era de la comunicación donde todo puede ser real o falso. Una era con más fake news que nunca, con más mentiras que nunca, con las noticias más en guerra que nunca y con más polarización social que nunca. Y el impacto de la desinformación resulta en muchos casos devastador. ¿Estás preparado para luchar contra las fake news? ¡No te lo pierdas! ¿Por qué las fake news nos joden la vida?, ya disponible en formato impreso y en ebook. |
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